Dada
la actual coyuntura que vive el Magisterio de Risaralda, de cara a las
elecciones de junta directiva del S.E.R. el próximo 26 de Octubre, y teniendo
en cuenta que el Comité Fals Borda,
apoya la propuestas y planteamientos, como también a los candidatos que
integran las listas No. 13 al S.E.R. y No. 12 de delegados a FECODE; ambas
presentadas por la Red Amplia de Maestros de Base y Nuevos Maestros por la
Educación; nos dimos a la tarea de revolver un poco, escritos del Comité. Es
así que nos encontramos con el texto que presentamos a continuación, totalmente
actual y que fue publicado en HOJAS SENTIPENSANTES el 07 de Abril
de 2011. A la Junta Directiva del Sindicato de Educadores de Risaralda S.E.R. apoyamos al compañero Jhon Oscar Marín Escalante, cabeza de la lista No. 13. En la elección de delegados al Congreso de FECODE, apoyamos a la compañera María Orlay Villada Flórez, cabeza de la lista No. 12. A ellos y todos los integrantes de ambas lista éxitos en su aspiración y compromiso, seriedad y responsabilidad cuando asuman sus responsabilidades y representación del gremio en ambas instancias gremiales.
¿Y qué es eso de la
Educación Pública?
Las
proposiciones que planteamos a continuación pretenden suscitar una reflexión
sobre la Profesión Docente, sobre la Educación Pública y también sobre las
organizaciones sociales y gremiales; pero lejos aún están de que sean una
panacea que garanticen el Estado Social de Derecho. Los elementos que esbozamos
aquí como una propuesta del Comité de Base Orlando Fals Borda, emergen del
encuentro cotidiano con maestros quienes han querido compartir su visión de la
educación, del sindicalismo, sus experiencias y expectativas. Todavía hay
varios aspectos que no alcanzamos a abordar dada la limitación del presente
texto, además, porque falta escuchar todavía a muchos perfeccionando y
restructurando en la medida en que la base del magisterio se pronuncie o
podamos escuchar sus planteamientos.
Por
lo pronto diremos que esta propuesta es “un borrador en limpio” que en esta
oportunidad tiene como finalidad motivar a los compañeros docentes para que
se den cuenta del invaluable servicio que prestan como educadores, ya que a
través de la educación cada sociedad imprime en sus ciudadanos los valores y
principios que establece como fundamentales para garantizar su supervivencia; y
que a través de la educación se forma política e ideológicamente a los
ciudadanos, por eso ser docente significa tener conocimientos en pedagogía y
formación política.
Y es
que todos soñamos con una educación de calidad, que sea científica y que esta
realmente le sirva al pueblo, y donde el sindicalismo debe poner mucha
atención; y por eso anhelamos un sindicato pluralista, en donde haya un
verdadero ejercicio democrático, un sindicato abierto y amplio en su
cosmovisión, que sea deliberante y sea capaz de dar respuesta a las necesidades que la dinámica social
plantea en cotidiano discurrir. Es urgente que hayan formas de organización
social que participen en la administración de la educación, para definir una
verdadera política educativa pública. Así mismo es de mucha importancia que la
comunidad constituya organizaciones sociales que permitan intervenir cuando se
discuta sobre la condiciones de prestación de este servicio, de sus objetivos y
de sus fines, en los cuales es imperiosa una reflexión sobre las condiciones de
vida de los trabajadores del sector educativo: directivos, docentes, servicios
generales y administrativos; estos últimos olvidados en nuestras luchas.
Lo
fundamental en una representación por los intereses del magisterio conlleva a
implícito el hecho de que haya propuestas para resolver las reivindicaciones
básicas de este sector, es necesario organizar una estrategia única que genere
mayor resistencia e impacto y logre
reposicionar el Sindicato como medio de negociación legítimamente reconocido. El
pliego de peticiones presentado por FECODE demuestra que si es posible dar una
dinámica nueva al sindicalismo contemporáneo. En consonancia con lo anterior
creemos que si cada sector político de la junta directiva del S.E.R. en
particular y de FECODE en general, presenta por separado su plan de acción,
refleja claramente que no hay acuerdo en la táctica, ni en la estrategia para
atender a la población que les dio la posibilidad de representación y nuestra
organización queda en un estado de vulnerabilidad casi suicida.
“La Educación, tanto a nivel Constitucional como a nivel de tratados internacionales de derechos humanos, tiene una dimensión de derecho y no de mercancía”
Sentencia C – 376
Corte Constitucional
La
realidad social del magisterio ha conllevado a que hoy hablemos de varios
Estatutos Docentes para un gremio que realiza las mismas acciones. Existen
propuestas para lograr la unificación. FECODE entregó en estos días el borrador
del nuevo ESTATUTO DOCENTE en donde además aparece el pliego de peticiones que
presentará y defenderá ante el gobierno nacional. Como se ve, el accionar de
las organizaciones sociales pasa por la gestión y el diálogo con el gobierno;
la acción jurídica también es una forma de lucha, pero también lo es la
movilización y la protesta social. Que interesante sería promover la
movilización y la resistencia y/o desobediencia social como estrategias de
lucha, pero consideremos que primero es necesario hacer que el magisterio gane
confianza en sus representantes y en el poder de acción del sindicato, para que
las nuevas generaciones de docentes (los vinculados a partir de la expedición
del funesto Decreto 1278) sientan que esta organización ES DE TODOS y la construimos con el aporte de TODOS. Posteriormente debe llegar la lucha y la movilización social
para la obtención de reivindicaciones básicas para nuestro gremio docente y
mejores niveles de vida para las clases olvidadas del “Estado Social de
Derecho”.
En
consonancia con lo anterior, sentimos que es una responsabilidad imperiosa
lograr que los nuevos docentes sean parte activa de la organización sindical,
lo concebimos así porque entendemos que el pensamiento solidario y cooperativo
debe llegar a todos, pero de manera preferente a las nuevas generaciones de
educadoras y educadores que son precisamente las más desprotegidas porque su
capacidad de ingresos no permite la
satisfacción de sus necesidades básicas, además porque sus condiciones
laborales son desfavorables y lesivas, tampoco redundan en la dignificación de
la profesión docente y en la búsqueda de la buena educación para el pueblo. Por
todo esto es necesario blindarlas para garantizar el respeto de sus derechos fundamentales
y de sus garantías laborales mientras se dan los cambios que conlleven a un
único Estatuto Docente.
Es
indispensable que el magisterio de Risaralda se pronuncie en torno a la
gratuidad de la educación, que se preocupe por presionar políticas públicas que
garanticen la canasta educativa, para que los niveles de deserción escolar
bajen. Pero también es urgente la organización de la sociedad civil para que
empiece a ejercer control social a la gestión de las personas que administran
la educación pública en el país. Por ello es fundamental fortalecer el frente
por la defensa de la educación pública, acercando las organizaciones del
gobierno escolar a organizaciones que luchan por otras reivindicaciones tan
importantes como lo son la salud, los servicios públicos domiciliarios, la
movilidad, la vivienda, el derecho al trabajo y a la vida, los derechos humanos
y en general al bienestar que toda Constitución le promete a sus ciudadanos.
Actuamos diferente, porque no somos indiferentes
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